Cocina Jerezana en auge
- Tras la permuta perpetrada en nuestra actividad, cambiando a pelo la Velada del Terraza por la Jornada de la Berza Campera en el Llano de las Maravillas (ver crónica), la salida del mes de Noviembre volvió a su enclave habitual, el Jueves, día 23, en horario de cena, compatible con los currantes del Grupo. Jerez ha sido uno de los lugares más visitados por el Grupo, habiendo sido distinguido con el conocido Oscar de Gastronomía Gaditana, en cuatro ocasiones, a saber, Mesa Redonda (1995), Manolo Valencia con su Andana (2002), Juan Carlos Carrasco (Gallo Azul, 2004) y Equipo de Cocina de la Escuela de Hostelería de Jerez (2007). En esta ocasión no pudieron acompañarnos, por distintas razones, Geño, Carlos y don Mario.
-En Bus, sin incidencias, llegamos tempranito a Jerez, con meta en el Restaurante Hermanos Carrasco, de entrada amplia y diáfana, con varios expositores de calidad en mariscos, pescados y carne, pero que mucha carne…en un salón, de auténtico lujo gastronómico. En gran mesa redonda, aunque en conjunto algo estrecha, pudimos hablar y conversar en grupo durante la cena (contratada, con detalle, por el amigo José María). Por fin, una gran mesa redonda para cenar, que permitía hablar y conversar en grupo, cuestión dificultosa habitualmente, pero “nuestro gozo en un pozo” cuando subieron los decibelios por una mesa vecina y especialmente ruidosa, pero…
-Iniciamos el evento con cerveza o copa de Xerez en barra, y sus olivas correspondientes. El tinto elegido fue un Ribera del Duero, “Celeste”, cosecha 2016, en roble, que servido a temperatura ambiente, gustó en conjunto (color rojo-picota, entrada armoniosa y terciopelada con elegante retrogusto) . Resulta muy agradable destacar la actitud y el trabajo del Servicio, gente joven y profesional, con trato adecuado y asistencia correcta que en conjunto, fue muy bien considerada por todos.
-Un detalle previo a las entradas, fue una sorpresiva “Copa de huevos rotos con chistorra”, brillante en decoración y sabor, seguida de un contundente y casero “Paté de perdiz con frutos secos”, un elegante y vistoso “Tartar de salmón con wacame y huevas de trucha con salsa de mostaza y miel”, con agradable y contrastado sabor sin estridencias, seguida por la última de las entradas, consistente en unas delicadas “Croquetas caseras de setas con crema de boletus”, de gustoso y atractivo paladar que contrastaba con la cremosidad y cuerpo de la salsa de hongos.
-Sin descanso y con un magnifico ritmo de atención del Servicio, pasamos al plato principal que consistió unánimemente en una degustación de diversos tipos de Carne, dejando al “pescado del día” según mercado, en el banquillo para otra ocasión. En el equipo titular de “Carnes”, se degustaron (según posición en mesa, punto de asado y gusto cocinado) varios tipos de vacunos de raza variable, concretamente –salvo error u omisión- Retinta, Frisona, Vieja Vasca y Rubia Gallega…Piezas generosas de lomo bajo/entrecot, intercambiadas según tiempo de plancha, “al punto, hecha, poco hecha o casi cruda”, al gusto de cada comensal. En conjunto, la calificación de notable alto fue la media de la opinión global, considerándose adecuada la guarnición de papas y pimientos verdes fritos, así como el maridaje con el tinto elegido. Como no podía ser de otra forma, pronto llegaron los postres recomendados con aceptable acogida y adecuada valoración en conjunto. A saber, fueron “Crema de arroz con leche, helado de vainilla y crujiente de canela; Bizcocho de chocolate caliente con helado de vainilla y Sorbete de limón con salsa de mango”, cumpliendo con su función de endulzarnos la retirada, dejándonos un complaciente sabor en la despedida. Completaron la interesante jornada jerezana, el habitual café y los bajativos “gallegos”, que esta vez eran comerciales “no genéricos”. Consultada la Tesorería del Grupo, la relación precio/calidad fue excelente. Como resumen de la “administrativa” nos quedamos con la mejoría de los pachuchos, y la confirmación del miércoles 13 de Diciembre, como el día de la “Pestiñá 2017” en la Catedral (Terraza), con guión preestablecido, que incluyen el hermanamiento con los cántabros a través del cocido con “tó sus avíos”.
¡Buen Provecho!
J.M. Pérez Moreno - GGG-XXXI